Bristol Private School

El instituto privado de Bristol fue construido hace mucho tiempo, tanto que no se sabe en qué año fue exactamente, ni siquiera por su diseño, ya que fue remodelado en el último siglo. Los profesores y habitantes más viejos de la institución dicen que su construcción se remonta a la Edad Media, pero son sólo algunas leyendas. Las disciplinas que se imparten trascienden en muchas ramas como la ciencia, la lingüística, el arte y la música, la historia, etc; pero le da mucha importancia a los programas de investigación científica y de arte. Así, atrae a muchas personas de diferentes etnias, gustos y situaciones económicas. El colegio tuvo éxito desde sus principios y cada vez conseguía más “devotos”, sobre todo después de que alguien desconocido para la historia empezase a expandir el rumor de que había un fantasma rondando el colegio. Y lo más extraño es que la gente se lo creía, aunque esa persona se había encargado de hacer que sus “mentiras” fuesen reales. Algunos, los más avispados, sospechaban que hacía ruidos por las noches o se paseaba por el pasillo con una sábana y una lámpara. Otros, simplemente, se asustaban por la presencia de un “fantasma” en el colegio.

Finalmente, la persona del falso fantasma murió, pero algo extraño comenzó a ocurrir o, más bien, se siguieron sucediendo los “hechos y ruidos extraños”, y los chicos siguieron viendo aquella “sábana con la lámpara debajo”. Desde entonces, el 22 de marzo de cada año se celebró en el instituto el día en que apareció por primera vez “el fantasma” y algunos alumnos, al escuchar la historia, se quedaban despiertos por la noche para intentar cazarlo, pero nadie lo consiguió. Aunque ahora eso ya ha sido olvidado y dejado atrás por las novedades: los ordenadores, las drogas, las fiestas locas, la perdición... Y en el instituto el dinero cobró mayor importancia en el siglo XXI, por lo que esto hizo que los malos alumnos, hijos de padres ricos, se permitieran el lujo de estar vetados a la expulsión y siguieran viviendo como querían mientras que los de clases más bajas tenían que mantener el tipo para poder continuar sus estudios en tan prestigiosa institución. Hasta la actualidad...